Sí puedes conseguir aquello que te propongas, sí puedes tomar las riendas de tu vida. ¿Pero sabes qué? Tan solo debes hacer una cosa: creértelo.
¿Qué imagen tienes de ti?, ¿podrías describirla?, ¿buena, mala, regular?, ¿real o irreal?
confianza, clave para el éxito
Te diré algo: eres lo que crees que eres. No hay más. Con ello te puedes dar cuenta de la gran fuerza que tienen nuestros pensamientos. Y con ello también te podrás dar cuenta de la importancia de lidiar saludablemente con lo que nos pasa por la cabeza.
Si crees que no puedes gustar a ese chico, no dudes que no le gustarás. Si crees que no aprobarás esa asignatura porque no estás a la altura, no dudes que no la aprobarás. Si crees que no conseguirás el puesto de trabajo al que se presentan decenas de personas, no dudes que así será.
¿Cómo es la vida de la gente pesimista? Párate y observa a alguien de tu alrededor que tenga siempre un pensamiento oscuro, pesimista y de fracaso hacia el futuro. ¿Cómo es su vida? Te contestaré. Su vida es como su forma de pensar: pesimista y fracasada.
Sin embargo la gente optimista, ¡cuánta alegría y energía muestran! Aprenden de cada situación, extraen conclusiones positivas de todo cuanto sucede y van hacia la luz, el color y la frescura, no hacia la oscuridad.
¿Te das cuenta de que eres lo que te crees que eres? Puedes poseer unas habilidades extraordinarias para desarrollar un determinado trabajo, sin embargo, si constantemente tienes pensamientos de “yo no puedo, eso no es para mí, lo haré mal” no dudes que así será. Probablemente ni siquiera te atrevas a dar el paso y comenzar. A caerte y aprender de la caída, ¡porque son tus pensamientos los que están guiando tu vida!
rompe tu jaula
Vivimos demasiado tiempo en jaulas mentales, nos encasillamos bajo etiquetas de yo soy esto o aquello y peor aún, nos lo creemos y confirmamos con actos dicha creencia. Aquella mujer que no se sienta atractiva tendrá un comportamiento retraído y de miedo hacia los hombres, no entablará conversación o cuando lo haga se pondrá nerviosa y soltará cualquier comentario absurdo. ¡Así está confirmando su propia creencia de que no puede gustar a ningún hombre!
Las jaulas mentales en las cuales nos encontramos son excelentes oportunidades para demostrarnos a nosotras mismas que sí podemos, que sí somos válidas, que sí merecemos todo lo bueno que nos suceda.
Te invito a que te pongas retos a ti misma. Si te dijeron que eres una persona introvertida y tímida, ¿por qué no desafías esta etiqueta afrontando una situación donde tengas que conocer a otras personas?
Cuando las personas salen del entorno en el cual se han criado toda su vida viven experiencias muy beneficiosas, pues comienzan a caminar por el mundo soltando esas etiquetas que el entorno más cercano les puso. Y es en estas situaciones cuando descubren quién son realmente.
Las etiquetas que tenemos acerca de nosotras mismas son en su mayoría erróneas y alejadas de la realidad. Pero si nadie nos recuerda que quizá aquello que nos hemos creído no sea correcto, viviremos así siempre, encerradas en una jaula mental que nos roba libertad. Yo, sin embargo, te invito a comiences a cuestionar lo que siempre has creído.
¿Y si comienzas a pensar que sí puedes?
Sí puedes ser una madre excelente, una trabajadora admirable, una buena amiga, una cocinera exquisita. Sí puedes conseguir aquello que te propongas, sí puedes tomar las riendas de tu vida. ¡Claro que puedes! ¿Pero sabes qué? Tan solo debes hacer una cosa: creértelo.
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