Qué componentes forman el amor y cómo expresarlo

En esta cápsula de psicología coaching, e inteligencia emocional para la mujer, hemos elegido hablar sobre el amor, este sentimiento tan controversial, responsable de canciones, películas, novelas, emociones, sensaciones, para cada una de las personas, que viven en este planeta.

A lo largo de la historia, se le han dado muchos significados a esta palabra, y definirlo es algo tan abstracto, siempre ha estado presente, en toda la existencia de la humanidad, en el arte, la música, la poesía y, se ha podido tergiversar, o modificar su significado, dependiendo del ojo con el que se mire, porque justamente, podemos tener muchas perspectivas diferentes, sobre lo que es el amor.

Sin embargo, hay que dejar claro, lo que no es, ya que, existen muchas ideas contaminadas sobre lo que debería ser el amor, muchos mitos a su alrededor, que tiranizan y nos ensucian esa esencia. Como por ejemplo que, “el amor todo lo puede” aunque “con solo el amor basta para que dos personas estén juntas”, deberíamos romper con esas creencias, para poder tener una relación saludable, tanto con nosotras mismas, como con los demás.

De forma práctica, puedo definir el amor, como un sentimiento relacionado con el apego, que va dirigido hacia algo, o alguien, que promueve que nos acerquemos, que procuremos su bienestar, y a su vez, ese acercamiento, nos relaciona con la sensación de bienestar propia. El amor, también logra que se cumplan necesidades básicas, muy importantes para un ser humano, como lo son la necesidad de seguridad, protección, conexión social y de pertenencia

Hablando en términos más técnicos según la Teoría Triangular del Amor, de Robert Sternberg, él nos propuso al representar los componentes del amor, como estos vértices de un triángulo, empezando por la intimidad, pues se refiere a ese grado de unión que sentimos hacia la otra persona, especialmente tiene que ver con el hecho de poder abrirnos a esa persona, y mostrarnos tal cual somos. Exponer así nuestra vulnerabilidad, emociones, dudas, miedos y sentimientos más profundos.

El siguiente vértice es la pasión, la que tiene que ver con todas esas sensaciones que aparecen en nuestro cuerpo, cuando sentimos el amor, esto está relacionado con la fase de enamoramiento. Por último, está el vértice del compromiso, que está relacionado con el grado de implicación, que existía con ese algo, o ese alguien que amamos, es decir, el tiempo, la energía, los cuidados que estamos dispuestos a dar para regar y cultivar esa relación.

En conclusión, este triángulo estará más, o menos equilibrado, dependiendo de cómo estén estos tres componentes alineados, y en función de cuáles sean los ingredientes de esta receta de amor, tendremos unas u otras relaciones independientes, unas más o menos sólidas, otras más o menos íntimas, algunas más o menos maduras, más relacionadas con un vínculo afectivo-sexual, o más de amistad.

Lo siguiente que podemos aquí evidenciar, en la teoría del amor, pues son los lenguajes del amor, de Gary Chapman, “Cinco maneras de expresar el amor”, que sí conocemos la nuestra, y la de nuestra pareja, podemos llenar su tanque de amor y hacerlo sentir querido, en el lenguaje o en el idioma que él, o ella, está enseñado a escuchar y entender. Entonces, hay cinco que son generales, contacto físico, palabras de afecto, actos de servicio, tiempos de calidad, y regalos; de los cuales, tú tienes uno, o dos favoritos, a su vez, tu pareja o tu interlocutor, normalmente, también tendría uno, o dos, que son sus preferidos.

Además, se debe romper con esos mitos, sobre lo que no es el amor, porque muchas veces etiquetamos el amor, a comportamientos, que son lo contrario a esto, pero matizamos conductas tóxicas, o somos víctimas de los mitos del amor romántico, y todo lo que ello conlleva, que a su vez, son relaciones tóxicas.

El mito, por ejemplo, de la media naranja, o de que los celos, son una prueba real del amor, o de que en el amor hay que hacerlo todo por el otro, eso nos hace construir una idea errada, de lo que verdaderamente es el amor, va a ocasionar que nos duela, y que creamos que el amor es dolor.

Realmente, el amor no todo lo puede, sino que es imprescindible que existan, mínimos necesarios distintos, en cada persona, como la comunicación, el respeto, o la comprensión. El amor no es violento, sino un lugar seguro, no manipula, ni coacción, sino que escucha, respeta tiempos límites, y llega a acuerdos, muchas veces con conversaciones incómodas, que me van a llevar a mostrar mi vulnerabilidad, pero así, crecer en mi intimidad.

Además, el amor no es rígido, sino que va transformándose, con el tiempo va adquiriendo nuevas formas y matices, así como también, varía la forma en la que se siente cada persona; no es posesión, por el contrario, para que haya amor, tiene que haber libertad.

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