Supermujeres eruditas del pasado: Impulso de mujer en el presente

Esta reflexión debería comenzar con distintas referencias en lo histórico o biográfico; pero creo más oportuno conectarla con parte de mis vivencias; y entonces, llevo  mi memoria a cuando era una niña –quizá de nueve años- que además de rebelde, estaba inquieta por conocer el mundo. Y, como no teníamos televisión, (menos internet) les rogaba a mis padres que compraran una enciclopedia; asunto que se salía del presupuesto de una familia de cinco hermanos y un padre mecánico automotriz, único proveedor del hogar. Con tantas pataletas, al fin adquirieron un paquete de doce tomos y dos anuarios, de la Enciclopedia Salvat.

Entonces, me di al goce de indagar lo que me inquietaba sobre la historia y otros mundos que veía en las películas a las que mis padres me llevaban, en las matinés de domingo en el teatro del barrio. Cuando abría los enormes libros para consultar, necesitaba completar -en los demás tomos- parte de los términos, geografías, épocas o nombres; así, que en ese acto de  expandir mi investigación, mi madre me sorprendía en el suelo, con la enciclopedia desplegada, y con su voz autoritaria me sacaba de mi éxtasis. Desde allí ,mi apetito de saber se veía limitado por las obligaciones “absurdas” como ayuda casera, a una madre que debía lavar, cocinar, cuidar hijos, etc. En esas rutinas mi espíritu inconforme me llevaba a discusiones acaloradas con mi progenitora sobre: si las mujeres siempre –históricamente- nos habíamos dedicado solo a esos quehaceres fatigosos y poco considerados. En las respuestas que daba señalaba la Historia Sagrada y la imagen abnegada, sumisa de la virgen María; una ejemplificación que para mi obstinación no tenía aceptación. Al tratar de buscar respuestas más profundas los libros fueron mi refugio.

Y, aunque mi infancia no fue sumisa; la adolescencia ganó protagonismo cuando me encontré en el bachillerato con mujeres maestras (Gloria Nieto, Piedad Bonnett, Mercedes Corpas, Lucy Nieto); que responderían mis inquietudes con nombres específicos de escritoras, científicas, pintoras, músicas. Con ellas descubrí que podíamos ocupar otros espacios más allá de los límites odiosos del matrimonio, la maternidad o el hogar. Abrieron las puertas de mis ansias cognitivas con nombres propios: Theano, Sapho, Cristian de Pissan, Artemisia, Shelley, Austen, Morisot Woolf, Marguerite Yourcenar y otras que más que apaciguar mis ánimos, me convidaron a investigar esa otra historia que los historiadores oficiales, poco o nada, detallaban en enciclopedias o diccionarios biográficos. O, que aún no se enseñan en las aulas de clase.

Luego de batallar con mis posturas, de concientización sobre el lugar de las mujeres en la Historia, resolví -hace más de seis años- dedicarme a desentrañar las biografías sepultadas por siglos de maestras y artistas, tan rebeldes como mi espíritu; mujeres que no entendieron que el conocimiento no tiene designación de género, ni cronología. Así, he retomado investigaciones de especialistas y he consultado directamente las obras de autoras que han dado a todas las civilizaciones, su erudición en productos intelectuales para hacernos más humanos.

Mi proyecto titulado: Maestras y eruditas: Mujeres en la historia; además de presentar una lista de personalidades en casi todos los contextos (como las ya citadas), es una reflexión para entender que, ese legado, hoy debe impulsarnos para construir sociedades más ecuánimes y conscientes. Una historia oculta (palimpsesto) que, por derecho, debe ser reconocida e impartida; porque “cuando no conocemos la historia, estamos condenados a repetir los errores”[1]

[1] Una frase que se  ha atribuido a Confucio y a otros grandes pensadores; pero que hoy se aplica de manera pertinente a mis objetivos.

 


Maria Elena Muñoz Salazar

Escritora, investigadora; licenciada en Educación y Magister en Lectoescritura Semiótica. Docente universitaria en historia del arte y cine; lectoescritura, semiología y guión documental. Sus investigaciones están inscritas en Colciencias, sobre: Masculinidades y Miradas a la imagen. Vivió en New Haven (2010-2012, USA), donde ejerció como escritora y correctora de libros de motivación, en la editorial del doctor Camilo Cruz.

Sus escritos han sido publicados en: Antologías Casa Silva, Museo Rayo y Poetas Colombianas: “Diosas en Bronce” (California, USA).  Su novela: Entre el deseo, un ángel y la muerte (Editorial SIC, 2006) fue reeditada en el 2009. Y, sus versos han sido musicalizados por el compositor, Pedro Sarmiento (Edición: Mundo Arts de New York, 2008); obra presentada en el Festival de Música Lírica de Cataluña, 2012 y en la Biblioteca Luis Ángel Arango, el próximo 18 de noviembre (Bogotá, 2017).

Entre sus conferencias se destaca: Las letras en la Independencia: Una mirada  Femenina (2010); y, Educación y Poesía, en la Universidad de Fairfield (USA, 2012); ese mismo año, estuvo entre las poetas homenajeadas por las universidades Southern Conneticut, Quinnipiac y Fairfield. En la actualidad es docente de la Universidad Central (Bogotá), trabaja independiente como correctora de estilo y escribe su último libro; donde, a manera de recopilación y análisis, revisa la obra de mujeres maestras y eruditas en la historia.

Pueden contactarla en: mariamunoz61@gmail.com, Facebook: María Elena Muñoz Salazar; en linkedin: María Helena Muñoz Salazar.

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